domingo, 12 de julio de 2015

Testimonio gráfico de un desastre ecológico

Testimonio gráfico de un desastre ecológico
Dantesca imagen del Alcornocal de Lújar

Reproduzco en esta entrada, el texto del correo electrónico que he recibido esta mañana del amigo Pepe Marín, y subo las 46 imágenes que lo acompañaban. Sólo me resta volver a indicar aquello de "Duele profundamente tener que hacer esta entrada"

Estimados amigos y compañeros de paseos:

Esta mañana (11-08-2015) Pepe Guirado y Juan M. Rueda, me llevaron a dar un corto paseo en coche por lo que, durante mucho tiempo y para vosotros antes que para mí, ha sido uno de los más atractivos parajes de nuestra zona: El Alcornocal de Lujar.

Yo he tardado más en conocerlo y disfrutarlo, y era para mí un excelente entorno donde poder fotografiar bichitos y plantas por lo general bellos y muchas veces singulares.

Hoy el motivo de nuestra visita ha sido menos agradable, pues se trataba de ver sobre el terreno en que había quedado nuestro querido y disfrutado Alcornocal después del incendio que, junto con una extensión mucho mayor de montes de los términos de Gualchos, Lujar y limítrofes, lo ha asolado estos últimos días.

Hemos recorrido en carretera el tramo que lo dividía entre la zona inferior, donde lo que quedaba en pié del Cortijo de las Piedras se levantaba como un hito de su propia historia reciente, y la zona superior que venía a llegar hasta los generadores eólicos que recorren la cima que remata la ladera sobre el que dicho alcornocal se extendía.

Durante las paradas hechas, vimos y fotografiamos los tristes resultados de la acción del fuego. Incluso bajamos al Cortijo las Piedras donde también apreciamos el daño que el incendio causó.

El daño ya está hecho y es irreparable. La única ilusionada esperanza es la posibilidad de que al menos algunos de los alcornoques revivan y rebroten. Y los pinos, si bien parece difícil que se salven incluso los que aparentemente están solo chamuscados, parece que tienen su capacidad de regeneración en sus semillas caídas y enterradas que con años de por medio les hagan renacer de nuevo.

Sirvan las fotos que os acompaño como triste testimonio gráfico de su estado actual, y ojalá pronto la fuerza de la naturaleza le permita recuperar, si no su historia reciente, si al menos parte de su pasado esplendor y capacidad de amparo para todas las especies vegetales y animales que en su entorno de cobijaban. Estoy deseando poder volver allí en vuestra compañía para fotografiarlas de nuevo.
Saludos, pepemarin

 El el cruce del camino de Jolúcar con la carretera de Lújar
 Los rescoldos aún humeaban
 La imagen lo dice todo
 Lújar, afortunadamente se salvo del incendio que lo rodeo
 !Que pena¡
!Consternados¡ Fernando Martín Aguado y  Pepe Bellota
 Jabatillo victima del incendio
 Parque eólico de la Sierra del Jaral, hasta sus proximidades alcanzo el incendio 
  Cruce carretera Lujár con pista lleva hacia el cortijo Volavero, por allí comenzó el fuego
 Cortafuego que lleva a la zona de aerogeneradores
 Acceso hacia el Cortijo de las Piedras
 Tétricas imágenes del estado en que ha quedado el Alcornocal de Lújar 
 Tronco de uno de los alcornoques 
 Imágenes desde las pista de acceso al Cortijo de las Piedra
 El corralón cercano al Cortijo de las Piedras
 Suelo aún humeante

 Ruinas de Cortijo de Las Piedras
 Capilla del Cortijo de las Piedras
Frutos calcinado de madroños
 
 Se salvó del incendio, Cortijo el Melero
  Nueva edificación en el antiguo Cortijo de Sancardo
Desde la distancia: Ruinas del Cortijo de las Piedras
Panorámica desde las inmediaciones el acceso a Sancardo

Gracias Pepe Marín, por este documento

Alguna fotos de Juan Rueda
En el cruce del camino la Garnatilla-Jolúcar con la carretera de Lújar
El fotógrafo Pepe Marín afotado por Juan Rueda
Entrada camino del cortijo de las Piedras
Calcinado hasta las raíces
Observando la capa de corcho quemada
En esta capilla del cortijo de las Piedras, contrajeron matrimonio los abuelos de la 
señora de Juan Rueda

Gracias Juan Rueda 

2 comentarios:

  1. Me produce una inmensa tristeza. Me vienen recuerdos de innumerables paseos con Antonio, observando la cantidad de insectos de todo tipo y el cabreo que pillamos al observar el destrozo que hicieron con los "ventiladores". Afortunadamente `(o por desgracia) él no ha vivido este sinsabor.

    ResponderEliminar